El bumangués se revela en "Mi nombre es Colombia" La lucha de Samuel Celis / Colombia Tras estar preso en Chile, acusado sin razón de abusar de sus hijas, dice que en la cárcel aprendió a sobrevivir. 15 Ago 2012 - 9:48 pm Fuente: Por: Elespectador.com
En la cárcel, Celis se hizo pasar por narcotraficante para evitar los abusos. / Gustavo Torrijos
¿Con qué nos encontraremos en "Mi nombre es Colombia"? Es una historia real en donde, debido a disputas familiares, después de la separación, se llegó a situaciones "límite". Con el propósito de que no tuviese la custodia de las niñas se me acusó de abuso sexual contra ellas y terminé en una cárcel de Chile, donde vivía en ese momento; pasé un tortuoso proceso y años de sufrimiento. En Mi nombre es Colombia se verá paso a paso esto y la manera como tuve que enfrentar a la justicia chilena. Mi propósito es enviar un mensaje de esperanza: detrás de todo este proceso está una historia en la que logro recuperarme y ver que siempre hay la posibilidad de perdonar, siempre hubo una luz en mi lucha por la libertad.
¿Qué le dejó su paso por la cárcel? Cuando estuve en la cárcel libré una lucha diaria. Las personas que llegan allí por casos como violencia sexual son inmediatamente víctimas de distintos abusos y eso me aterraba. Básicamente, mi paso por allí me dejó una enseñanza de supervivencia.
¿Por qué "Mi nombre es Colombia"? Así me identifiqué en la cárcel. Desafortunadamente, Colombia tiene algunas malas etiquetas, pero fueron las que me permitieron defenderme. Al estar en la cárcel me hice pasar por narcotraficante. No quería decir por qué estaba allí para no ser víctima de abusos, y muchos nunca se enteraron. La cárcel también me mostró cómo dejé de ser “el doctor” y pasé a llamarme “Colombia”, perdí todas esas etiquetas que lo “adornan” a uno. Creé un personaje alrededor de Colombia.
Existen cientos de casos como el suyo. ¿Cómo sobrellevar situaciones así? Siento que es cuestión de convicción. En situaciones difíciles dejamos que la voz del ego domine nuestras decisiones y en esa lucha hacemos primar la soberbia y el orgullo, poniendo los intereses personales por encima de los intereses de nuestros hijos. Más que cómo sobrevivir es darse cuenta de las condiciones que llevan a estas situaciones.
¿Por qué decidió contar su historia? Porque esta historia puede ayudar a darse cuenta de que muchos están en las cárceles injustamente, cómo ciertas acciones humanas pueden afectar tremendamente a otros .
¿Alguna vez pensó rendirse y botar todo por la borda? Sí. Tomé un camino bastante desesperado en algún momento; intenté suicidarme cuando no veía una luz.
Usted logró la libertad, pero muchos casos como el suyo no la consiguieron. ¿Cuál fue la clave? Hablar con la verdad. Así, el juez que me otorgó la libertad encontró que existe un síndrome de alienación parental en muchos de los actos de mi exesposa.
¿Se siente identificado con el caso de Sigifredo López? Sí me siento identificado y destaco una conclusión que hizo mi abogado, que también aplica a su caso: él dijo que en toda investigación llega un momento en que no hay nada que hacer, excepto esperar y dejar que la química del caso actúe por sí misma, y la verdad llegará después. Sigifredo López, al igual que yo, fue expuesto a pruebas sin un sustento fuerte o valedero y perdió su libertad y dignidad. Y aunque quedamos libres en el ambiente siempre queda la duda. Es muy complicado cuando la presunción de inocencia se convierte en una falacia, porque ésta se debe demostrar desde la cárcel y así es más difícil.
La pesadilla que vive un santandereano en una cárcel chilena luego de ser acusado por su esposa de abusar de sus hijas y su lucha por recuperarlas es la historia de Samuel Célis, autor del libro "Mi nombre es Colombia", la publicación recopila todo su relato y el novel escritor es el entrevistado en Soy Autónomo Televisión.
Mi nombre es Colombia La pesadilla de un colombiano arrestado injustamente en Chile El conmovedor testimonio de Samuel Enrique Celis Rueda es contado por él mismo a través de estas inquietantes páginas. Todo comienza con su llegada a Santiago de Chile buscando un mejor futuro para su familia. Tras años de tranquilidad este exitoso odontólogo es acusado injustamente de abusar de sus hijas. En ese momento comenzó la peor de su pesadilla, al ser llevado a prisión por varios meses en una peligrosa cárcel en Santiago. Lo único que se le ocurrió para estar a salvo en ese lugar fue decir: “Mi nombre es Colombia”, de esta manera estuvo protegido mientras comprobaba su inocencia y le demostraba al mundo y a sus pequeñas la realidad de los hechos. Una obra excepcional, que sin lugar a dudas nos dejará sin aliento.
Comentarios
seria bueno que regalara este libro en esa misma carcel donde estuvo primero a los internos luego a los gendarmes y por ultimo a el juez ojala asi vean las injusticias que se comentan y se olvide de esa mujer aca en colombia donde se vive mucho mejor que alla fome chile
Enviado por: Diego guzman 12 de septiembre de 2012 13:51
Que bueno que este hombre logró escaparse da esta pesadilla. Lo entiendo, como entiendo a todos que querian gritar su inocencia y no pueden hacerlo. Yo tambien tengo una condena pendiente, no puedo regresar a Chile, soy profugo de la justicia por una maldita historia parecida. Hace tres años que mis hijas no tienen derecho a ver su papá, y tiene que pasar mucho tiempo mas antes que la condena se prescribe. Cual "justicia" puede existir en un sistema que hizo pasar las palabras "legalidad" y "honestidad" de sinónimos a ser antónimos? Suerte a todos los honestos e ilegales
Enviado por: Luca 29 de agosto de 2012 17:52
Estimados, esto es más normal de lo que ustedes pueden imaginar. Existen varias razones que terminan en estos hechos. En lo personal, me ha tocados más de 20 casos donde los padres han sido acusado de abuso y algunos han terminado en la cárcel e increiblemente, han salido en libertad y sin siquiera haber tenido culpabilidad alguna.
También existen otros factores recurrentes para realizar estas acusasiones y que son muy reiterativas. No quiero alargarme, pero creo que quedarían sorprendidos de las realidades que me ha tocado ver y las amarguras e impotencia que me han traspasado aquellos padres.
Sigan adelante, hay muchas cosas que debieran considerarse y ser aplicada y tomada en cuenta en los tribunales, que lamentablemente no siempre hace eco a la desesperación de los papás.
María Eliana Ríos Parra Perito Judicial Asistente Social Mediadora Familiar
Enviado por: MARIA ELIANA RIOS 24 de agosto de 2012 09:30